Aprovechando la llegada de la Semana
Santa, no queríamos dejar pasar la oportunidad y dedicarle un post a esta festividad
cristina tan importante en nuestra cultura andaluza.
La Semana Santa en Andalucía es
la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús
de Nazaret a través de desfiles procesionales que se realizan en centenares de
pueblos y ciudades, organizados por las cofradías. Éstas, sacan a la calle pasos con imágenes o
grupos escultóricos, en ocasiones de gran valor histórico-artístico,
representando escenas de la Pasión, Muerte y Resurrección. Durante la acción de
penitencia -- nombre que recibe el desfile profesional- va acompañado de un
importante cortejo de penitentes o nazarenos, vistiendo el hábito de la
cofradía, portando cirios o cruces, además de faroles, estandartes, así como
mujeres de mantilla y acompañamiento musical.
Lo verdaderamente interesante de
esta semana, es que puede ser disfrutada a través de los cinco sentidos:
-La vista: Contemplar los pasos,
tronos o parihuelas donde se exalta la figura de Jesús y de su Madre; la
belleza de las túnicas y flores; el movimiento de los pasos…
-El tacto: Se hacen típicos en
esta época tejidos como el terciopelo de los mantos de las vírgenes o el raso
de las túnicas de los penitentes de muchas hermandades, mientras que en otras
se hace típico el esparto.
Otro tacto inconfundible es el de
la cera de las velas de los penitentes. Es muy típico en la semana santa que
los niños pidan cera a los penitentes para aumentar el tamaño de sus bolas
realizadas con papel de plata y cera.
- El olfato: Es tiempo de olor a
incienso y azahar. Los pasos son adornados con elementos vegetales como el
olivo, el romero o flores, cuya combinación hace un olor inconfundible.
-El gusto: ¿Qué decir de la gastronomía
típica en semana santa? De, las torrijas, las flores de sartén, las rosquillas,
potaje de vigilia…
-El oído: Donde se destaca el
andar de los costaleros, el crujir de la madera del trono cuando es alzado o
las marchas interpretadas por las distintas agrupaciones musicales.
Es en este último de los sentidos,
el oído, donde haremos un poco más énfasis. Durante la semana de pasión podremos
escuchar detrás de cada paso de misterio o de palio diferentes formaciones musicales
que con sus instrumentos darán voz a las notas que componen las partituras de
las marchas procesionales.
Lo más común que podremos
encontrarnos son: bandas de música, agrupaciones musicales, bandas de cornetas
y tambores, y música de capilla, este último mucho menos frecuente. Pero ¿Qué diferencia
hay entre unas y otras?
Una banda de cornetas y tambores es
una agrupación instrumental cuyos instrumentos son viento-metal y percusión,
donde el principal instrumento melódico es la corneta. Las trompetas, fliscornos
e incluso trombones, bombardinos y hasta tubas, siempre serán los refuerzos de
graves.
Suelen ir detrás de los pasos de
cristo, también llamados, pasos de misterio.
La agrupación musical, se define igualmente
como una formación de viento-metal y percusión (incluyéndose platillos), la
diferencia es que las trompetas tienen un papel predominante respecto a otros
instrumentos. La corneta arropa algunas partes agudas y no siempre es melodía
principal, solo es un acompañamiento más. Los instrumentos graves tienen
generalmente mucha más importancia y riqueza musical en agrupaciones que en
cornetas.
Podemos encontrarlas tanto en los
pasos de misterio como en algún paso de palio, aunque no es lo habitual.
En las bandas de música existe
una mayor diferencia respecto a las anteriores formaciones musicales. Es la más
completa, lo que más la diferencia de las otras dos es que cuenta con toda la
plantilla de instrumentos de viento, tanto madera como metal y también otros
tipos de percusión (bombos, platillos, tambores, cajas, etc). Las bandas de
música suelen acompañar casi siempre a los pasos de palio (una Virgen) salvo en
alguna ocasión.
Por último, la música de capilla
es la faceta dentro de la música procesional que se encarga de dar melodía a
"Los Sonidos del Silencio", puesto que estos grupos de instrumentos
de viento (normalmente tríos), acompañan a cofradías que, por su rigor y
recogimiento, procesionan en silencio. El trío se suele componer de un oboe, un
clarinete y un fagot, que interpretan las voces de soprano, alto y bajo
respectivamente.
Lo que une a todas las
formaciones musicales es la interpretación de lo que se conoce como “marchas
procesionales”, no siendo otra cosa que la música utilizada para acompañar los
desfiles procesionales.
Las marchas están divididas en
compases de 4/4, oscilando su duración entre los 3 y 5 minutos, dependiendo de
una y otra marcha.
Un dato curioso es, durante la interpretación
de las partituras, los músicos con sus pasos marcan el pulso y miden el compás,
realizándose de la siguiente manera; siempre se empieza el compás con el pie
izquierdo, donde recae el acento y se representan en cada uno de los pasos
figuras blancas hasta volver al pie izquierdo y dar comienzo al siguiente compás.
Por este motivo es por lo que vemos durante el desfile a los músicos de un lado
a otro perfectamente coordinados.
Publicado por Juan Francisco Palma Palmero
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